Durante los últimos programas, hemos hablado, como gran parte de la prensa internacional de la situación que se está viviendo en Grecia, el plan de rescate, los recortes aplicados por el gobierno y la respuesta en la calle de los ciudadanos.
En España, los medios nos han machacado insistentemente con las imágenes de gases lacrimógenos y enfrentamientos entre policía y manifestantes al mismo tiempo que se alababa la actitud del gobierno griego a la hora de afrontar la situación, plegándose a las exigencias de la Unión Europea y del FMI.
Esas exigencias, marcan un plan de control exhaustivo de una serie de indicadores que señalarán si el estado griego está cumpliendo con el plan diseñado. Sin embargo, ¿donde estaba toda esa firmeza que se ha exhibido ante los griegos cuando un conjunto de magnates campaba a sus anchas realizando operaciones macroeconómicas de alto riesgo? ¿Donde quedan todas las grandes frases que abrían la puerta a una gran reforma dentro del modelo económico que nos gobierna? ¿Acaso han sido tan profundos los cambios y las reformas que se han llevado a cabo en el modelo económico que han resultado imperceptibles para el ciudadano medio? ¿O es que, sencillamente, no ha cambiado nada?.
Pues parece, que si bien no ha cambiado nada hasta el momento, en breve vamos a observar esos profundos cambios en nuestro estado del bienestar. Por desgracia, no se trata de medidas de control de las grandes transacciones económicas, ni de una mayor vigilancia de aquellos que ahora el ministro sueco de economía llama "manada de lobos" pero que hasta hace unos días eran respetables inversores. y por supuesto, no hay que olvidar, toda esa historia de terminar con los paraísos fiscales, !ah sí!, esa si que era buena, pero bien que nos la colaron.
Lo más importante es que entre tanto policía antidisturbio, tanto cocktail molotov y tanta sucursal bancaria apedreada, no se ha colado ni un solo testimonio de las personas que están sufriendo los recortes en Grecia, ni una sola mirada a los conflictos laborales que han tenido lugar, ni una escueta reseña ante la frustración de la juventud y de los estudiantes que ya no encuentran ni siquiera trabajos precarios, no hay minutos en los medios para las opiniones de los que se resisten a que su vida solo sea "comer, dormir y pagar las cuentas".
Llegados a este punto, ahora nos toca a nosotros, preocupados sobre si somos o no iguales que los griegos, si nuestras economías se asemejan y si por lo tanto las medidas deben ser las mismas. Ya han llegado a nuestras costas las opiniones de los que braman que el mercado laboral debe ser flexibilizado, el sistema de pensiones reformado, los sueldos recortados y la ayuda al desarrollo a otros países limitada, pero eso sí, ni una palabra frente aquellos que hacen que la bolsa oscile como nunca lo había hecho antes en la historia, ni una acción contra aquellos que lejos de cesar en la especulación mantienen firme la bandera de la desregularización de los mercados.
En un momento en que la verdad se establece mediante la repetición infinita del mismo mensaje, es necesario hacer visible a las personas que hay detrás de los conflictos, demostrar que como recordaba un ciudadano griego hay demasiadas personas dedicadas a estudiar las cifras y muy pocas a atender y ayudar a las personas.
En el vídeo que os dejamos a continuación os mostramos a ciudadanos griegos exigiendo a la cadena pública griega que informe a sus conciudadanos de los conflictos que están teniendo lugar en un su país y que abandone el silencio informativo que mantiene.
Creo que uno de los momentos que mejor escenifica esa exigencia de información real y el abandono de las frases vacías de contenido tiene lugar cuando uno de los delegados de la cadena pregunta al conjunto de los ciudadanos que ha irrumpido en el plato: ¿Es esto democracia? . La respuesta de los ciudadanos al reconocer tan manido argumento es clara.
1 comentarios:
Julito?
Esto tiene tu sello.
Enhorabuena.
Magnífico resumen de la actualidad mundial, de lo que somos y de lo que quieren que seamos, meros trabajadores alienados y alineados para sus intereses.
Todo además encubierto por una mafia comunicativa que nos hace vivir en el país de las maravillas.
Más triste es como se ha destapado el verdadero valor del dinero actual, no paramos de escuchar la palabra deuda y es que el valor de los mercados es tan grande como deuda puedan acumular. Estar endeudado siempre ha sido a mi entender, sinónimo de vivir por encima de las posibilidades, del egoismo exacervado. Algo no bueno.
Lo que siempre he pensado que el hombre es un animal socialmente egoista por naturaleza, cada vez es más claro.
AYYYYYYYY!!!!!El ansia viva, nos ha llevado a la crisis!
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