La trampa de la grasa vegetal
"La gente lee grasa vegetal en una etiqueta y se relaja, tiende a asociarla con un perfil saludable, cuando no siempre es así". Hay que diferenciar entre aceite vegetal saludable (como el aceite de oliva), que tiene un alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, de los aceites menos saludables (como el aceite de colza, palma, coco), presente en aperitivos, bollería industrial, precocinados y comida rápida. Contienen un alto contenido en ácidos grasos saturados, que aumenta los niveles de colesterol en sangre.
Este exceso de colesterol provoca una reacción en el lecho venoso, que va engrosando la vena hasta que no es posible el paso de sangre fresca, lo que deja sin oxígeno los tejidos que baña. Y sin oxígeno, llega la muerte tisular.
Pero los más preocupantes son las denominadas grasas trans. Su nombre alude a su estructura no lineal al presentar dobles enlaces, y en el cuerpo se utiliza para fabricar la membrana de las células. Somos lo que comemos, y estos "ladrillos"
producen barreras "alteradas" que no cumplen con su función, destacando los problemas neurológicos que acarrean.
Estas sustancias nocivas también provocan Diabetes Mellitus tipo II, desórdenes metabólicos, hipertensión arterial, obesidad y hasta cáncer.
Evitarlas es posible, gracias a un proceso industrial llamado transesterificación. Permite obtener grasas cis con estabilidad y rentabilidad similares a las trans.
Tomar una pequeña cantidad en una dieta equilibrada no es perjudicial, aunque el problema es, como siempre, el abuso.
El proceso de transesterificación de las grasas se descubrió en los años 40, buscando un método para producir glicerina, muy usada en la fabricación de explosivos para la 2ª Guerra Mundial.
Este exceso de colesterol provoca una reacción en el lecho venoso, que va engrosando la vena hasta que no es posible el paso de sangre fresca, lo que deja sin oxígeno los tejidos que baña. Y sin oxígeno, llega la muerte tisular.
Pero los más preocupantes son las denominadas grasas trans. Su nombre alude a su estructura no lineal al presentar dobles enlaces, y en el cuerpo se utiliza para fabricar la membrana de las células. Somos lo que comemos, y estos "ladrillos"
producen barreras "alteradas" que no cumplen con su función, destacando los problemas neurológicos que acarrean.Estas sustancias nocivas también provocan Diabetes Mellitus tipo II, desórdenes metabólicos, hipertensión arterial, obesidad y hasta cáncer.
Evitarlas es posible, gracias a un proceso industrial llamado transesterificación. Permite obtener grasas cis con estabilidad y rentabilidad similares a las trans.
Tomar una pequeña cantidad en una dieta equilibrada no es perjudicial, aunque el problema es, como siempre, el abuso.
El proceso de transesterificación de las grasas se descubrió en los años 40, buscando un método para producir glicerina, muy usada en la fabricación de explosivos para la 2ª Guerra Mundial.
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1 comentarios:
Enhorabuena Fiti por tu primer post de programa! Muy completo tío!
Salud!!(y nunca mejor dicho, por el contenido)
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